Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes: un club que se sobrepone a todo


Sanse para los conocidos. Unión Deportiva para los que no la conocen tanto y Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes, nombre para los que recién están comenzando a descubrir la rica historia de este club madrileño. Existe un universo de clubes y asociaciones deportivas que trascienden a Real Madrid y Atlético, los máximos exponentes capitalinos en futbol.

Detrás de cada club de futbol se esconde una demanda. Y es esa demanda de la urbe de San Sebastián de los Reyes, a escasos 18 quilómetros al norte de la capital, que nace el Sanse en mil novecientos setenta y uno. Se trata de un club contemporáneo que en apenas 48 años de vida ya alcanzó la segunda serie de la liga de España donde se enfrenta al Real Madrid Castilla y Atlético de la capital española B, entre otros equipos con pasado en la máxima categoría.


El periplo deportivo de Sanse tuvo sonrisas y tristezas. Desde su creación, la lucha por el progreso fue el denominador común puesto que debió permanecer en divisiones menores hasta la década del ochenta. Recién en mil novecientos ochenta y cinco ingresó en la Tercera División y tras padecer durante un par de años llegó el premio mayor: ascenso a la Segunda División B.
La aventura por la segunda categoría duró poco en tanto que, en dos mil uno tras malas campañas, Sanse tuvo que regresar nuevamente a batallar en tercera. Luego de tres años, llegó el retorno a la Segunda División B, quedando a 2 puntos de la lucha por el ascenso a Segunda A, en 2006. El sacudón anímico fue esencial y el Sanse volvió a verse las caras con el descenso, tras una pésima campaña donde recién vio la primera victoria en la decimosexta jornada.


La temporada 2008 es una de las más recordadas por los fanáticos del Sanse. Por aquel entonces, el club permanecía merodeando por la tercera división. El riesgo de un nuevo descenso era latente, y hubo que aguardar hasta último instante para sonreír puesto que la victoria en la última fecha ante Rayo Vallecano B lo salvó del abismo.
El punto de inflexión llegó recién en dos mil once. Bajo un proyecto de refundación deportiva, el Sanse cambió el enfoque y renovó ideas. Así fue que el conjunto de Madrid presidido por Miguel Espinosa Camacho, derrotó al Villaralbo, al Cerceda y al Tudelano en la final por el ascenso. Javier Patiño fue el jugador más influyente de aquella temporada con 28 goles y todavía es recordado con una sonrisa por los entusiastas del Sanse.

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